A quien corresponda:


Sumido en la exasperación he decidido plasmar con tinta mis pensamientos finales con el fin de al menos aportar un poco a la Agencia antes de que mi existencia haya sido degrada por la maldición que carcome estas instalaciones, mi existencia y todo a mi alrededor. Me llamo Paul, otrora miembro de ‘Investigadores Minuciosos’, que alguna vez tuvimos la dicha de trabajar para el Doctor …..
Mierda, el texto se vuelve ilegible cada que escribo su nombre. La realidad se ha corrompido más allá de la salvación, cada vez que observo mis piernas veo únicamente el espacio vacío, ¿cómo se supone que me encuentro de pie? Me pregunto si mi efímera vida será bañada por Leteo en los registros akáshicos, no deseo que la humanidad nos olvide a todos nosotros, los estúpidos que nos hemos aventurado en la búsqueda del conocimiento y hemos perdido nuestras almas.

No importa, al final de la vida uno obtiene la sabiduría del mismísimo Geber, el gran alquimista; solo para descubrir que no hay escapatoria. No dejaré que las garras de la irrealidad me arrebaten el anhelo de la muerte, y tampoco dejaré que tú sufras el mismo destino. He dejado en el cargador una bala extra para ti, colega. Asegúrate de mandarle esta nota a Howard antes de tomar la sabia decisión de terminar con tu vida, lo haría yo, pero cómo has leído carezco de piernas… Si cuando encuentras mis pensamientos finales el arma ya no tiene balas, me temo que tu desgracia es mayor que la del que encontró mi nota la primera vez, dudo que haya otra arma capaz de matarte en las circunstancias en las que ahora te encuentras.

—Paul Arranz, teniente del F.E.M. ‘Investigadores Minuciosos’..